El análisis de anticuerpos, también conocido como prueba serológica o test rápido IgG / IgM es una prueba que trata de detectar los anticuerpos IgG y IgM generados por la infección de la COVID-19, y, generalmente, se hace después de una recuperación total del virus (al menos 14 días). Para hallar si el paciente presentó infección por el virus, se toma una muestra de sangre, suero o plasma, generalmente de la punta de un dedo o de una vena en el brazo. Luego, la muestra se analiza para determinar si han desarrollado anticuerpos contra el virus: se mezcla con un reactivo y se aplica sobre una tira que presenta anticuerpos. Tras 15 minutos de su realización, se genera un resultado en función de la reacción producida al mezclar los anticuerpos con la muestra y el reactivo. Si los resultados de los análisis muestran que tienes anticuerpos, probablemente te infectaste con la COVID-19 en algún momento y puede que hayas desarrollado algo de inmunidad, aunque no hay suficiente evidencia que indique que tener anticuerpos te protegerá contra una reinfección del virus
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